MI OPINÓN DE LA SEMANA

 PROGRAMA PARA UTILIZAR MUCHO MAS DE ENERGÍA SOLAR

PROGRAMA PARA UTILIZAR MUCHO MAS DE ENERGÍA SOLAR

 

Los programas actuales para aprovechar las energías renovables, como la energía solar, son fundamentales para avanzar hacia un futuro más sostenible y reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles. A nivel mundial, países y organizaciones están implementando diversas iniciativas para promover el uso de paneles solares y otras tecnologías solares.

Por ejemplo, muchas naciones han establecido incentivos financieros, como subsidios y créditos fiscales, para facilitar la adopción de sistemas solares residenciales y comerciales. Estos programas no solo ayudan a amortiguar el costo inicial de la instalación, sino que también fomentan la inversión en energía limpia, generando empleo y estimulando la economía local.

Además de los incentivos económicos, existen políticas de cuotas y estándares de energía renovable que obligan a los proveedores de energía a generar una porción específica de su electricidad a partir de fuentes renovables, lo que impulsa aún más la transición hacia un sistema energético más verde y diversificado.

En términos de investigación y desarrollo, los programas de financiación pública y privada están acelerando la innovación en tecnologías solares, mejorando la eficiencia de los paneles y reduciendo sus costos. Esto hace que la energía solar sea cada vez más competitiva en comparación con las fuentes de energía convencionales.

En resumen, los programas existentes para aprovechar la energía solar no solo están ayudando a mitigar el cambio climático al reducir las emisiones de carbono, sino que también están creando oportunidades económicas y fortaleciendo la seguridad energética a nivel global. Estos esfuerzos son cruciales para construir un futuro más limpio y sostenible para las generaciones venideras.

Sí, los programas de energías renovables, incluidos los relacionados con la energía solar, están afectando a la industria del petróleo en distintos aspectos económicos y políticos. Aquí te explico cómo:

Aspectos Económicos

  1. Reducción de la demanda de petróleo: A medida que más países y empresas invierten en energía solar y otras renovables, la demanda de combustibles fósiles disminuye. Esto impacta los precios del petróleo y reduce los ingresos de las compañías petroleras y de los países productores.
  2. Desplazamiento de inversiones: Gobiernos, fondos de inversión y empresas privadas están destinando cada vez más recursos al desarrollo de infraestructuras de energía renovable, reduciendo la disponibilidad de capital para la industria petrolera. Esto dificulta la expansión de nuevos proyectos de exploración y extracción de crudo.
  3. Competencia con vehículos eléctricos: La electrificación del transporte, impulsada por energías renovables como la solar, está reduciendo el consumo de gasolina y diésel. Esto afecta directamente a las empresas petroleras, que tradicionalmente han dominado el sector del transporte.
  4. Subsidios y apoyo gubernamental: Mientras que históricamente los gobiernos han subsidiado la industria petrolera, en muchos países ahora están incentivando la energía renovable con créditos fiscales, subsidios y políticas de tarifas preferenciales para la energía limpia. Esto hace que la energía solar sea más competitiva y reduzca el atractivo económico del petróleo.

Aspectos Políticos

  1. Tensiones geopolíticas: Muchos países dependen del petróleo como su principal fuente de ingresos. La reducción en la demanda global debilita su influencia en la economía mundial. Países productores, como Arabia Saudita, Rusia y Venezuela, han tenido que ajustar sus estrategias económicas debido al crecimiento de las energías renovables.
  2. Lobby y resistencia de la industria petrolera: Las grandes petroleras han intentado frenar el avance de las energías renovables mediante campañas de desinformación, presión política y financiamiento de grupos que defienden el uso de combustibles fósiles. En algunos países, han influenciado políticas para limitar los subsidios a las energías limpias.
  3. Cambios en la política energética: Gobiernos comprometidos con la transición energética están implementando regulaciones más estrictas sobre las emisiones de carbono y el uso de combustibles fósiles. Esto afecta la viabilidad de nuevos proyectos
  4. petroleros y obliga a las empresas a adaptarse a un mercado con restricciones ambientales más duras.
  5. Conflictos internos en países productores: En naciones cuya economía depende fuertemente del petróleo, la reducción en los ingresos genera inestabilidad política y social. Gobiernos que no diversifican su economía pueden enfrentar crisis económicas y protestas debido a la pérdida de empleos y recursos estatales.

Conclusión

Si bien la transición hacia energías renovables como la solar es positiva para el medio ambiente y la economía a largo plazo, la industria del petróleo está siendo afectada significativamente en términos de demanda, inversión y poder político. La resistencia de esta industria es evidente, pero la tendencia global hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles parece irreversible.

Dos días después del cierre oficial del encuentro, la edición 29 de la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP29) concluyó con un acuerdo para el financiamiento climático desde los países desarrollados hacia los países en desarrollo. El domingo 24 de noviembre, a la madrugada de Bakú, capital de Azerbaiyán, la Presidencia de la COP29 anunció que se estableció un objetivo de 300 mil millones de dólares anuales hasta el 2035.

Aunque el monto triplica la cifra acordada en 2009 y alcanzada por primera vez en 2022, está bastante lejos de lo que los países en desarrollo exigían para mitigar y adaptarse al cambio climático y adoptar energías limpias: 1.3 billones de dólares anuales.

“La propuesta de financiamiento no resuelve ni la crisis climática ni las necesidades de los países vulnerables”, dice Daniel Ortega, ex ministro de Ambiente de Ecuador. Reportes de expertos independientes y del Comité Permanente de Finanzas de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) están de acuerdo en que el financiamiento debe exceder un billón de dólares.

“Muchos decían que lo mejor era no tener nada, pero yo difiero”, afirma Sandra Guzmán, fundadora del Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe (GFLAC), quien participó en las negociaciones como asesora de la delegación de Panamá y de la Asociación Independiente de América Latina y el Caribe (AILAC). La experta cree que, por un lado, traspasar esta decisión a la COP30 de Brasil “habría sido muy lamentable desde el punto de vista político”.

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